España es el país europeo más sensibilizado en materia de medio ambiente pero uno de los más atrasados en medidas

En el lado opuesto se encontrarían los países nórdicos donde, al haber tomado medidas desde hace tiempo, están mucho menos sensibilizados

En un encuentro en ESADE, diferentes empresas nórdicas han expuesto su política de Responsabilidad Social Corporativa en medio ambiente y su repercusión en el ahorro energético

Madrid, 19 de junio de 2009.- Directivos de empresas nórdicas han compartido en ESADE sus experiencias en materia de Responsabilidad Mediambiental Corporativa y cómo éstas contribuyen a la sociedad. Y es que según apuntaba Agustín Ulied, profesor asociado del Departamento de Economía de ESADE, la opinión pública española se encuentra entre las más sensibilizadas hacia los temas de medio ambiente mientras que en el lado opuesto se encuentran los nórdicos. La razón: que en estos países las empresas han tomado medidas hace mucho tiempo por lo que el ahorro energético ya no es un “terreno a trabajar” a diferencia de nuestro país, donde queda mucho por hacer.

Un ejemplo claro ha sido el expuesto por Paloma González, responsable de medio ambiente de Uponor. Según explicaba, en Europa el 66% de los hogares, frente al 3% español, tienen instalado un sistema de climatización invisible que proporciona una reducción de las emisiones del CO2 del 30 % lo que supone una notable repercusión. En este sentido, se calcula que “si la misma proporción de hogares en la Comunidad de Madrid tuviese instalado este sistema, se ahorraría un 19% de consumo energético”.

Pero la estrategia en medio ambiente de UPONOR no se limita a la creación de productos responsables con el medio ambiente durante toda su vida, sino que también se preocupan por minimizar los efectos negativos del propio proceso de fabricación a través de un consumo responsable de los recursos y el reciclaje de los residuos convirtiéndolos en material.

Por su parte, Soufian Abdehrraman, director técnico y responsable de medio ambiente de Grundfos, ha explicado que lo importante no es que la política de medioambiente en una empresa marque las directrices del negocio sino que debe ser un marco para que el negocio sea responsable con el medio ambiente. En su caso, Grundfos cuenta con un departamento que define las estrategias de medio ambiente a nivel de grupo, destacando: la reducción de CO2, el impacto de sus productos en el medio ambiente y la exigencia de que toda la cadena de producción siga las mismas directrices.

Y en esta línea, Víctor Marcos, gerente de medio ambiente de Tetra Pak, señalaba que “el tema del cambio climático tiene más o menos actualidad en función del contexto, sin embargo, en una empresa responsable en materia de medio ambiente tiene que ser una línea de trabajo constante, independientemente del momento”. “En nuestro caso”, explicaba, “la gran distribución está respondiendo también y está tomando medidas en materia de medio ambiente y sostenibilidad exigiendo a la par un mayor compromiso de los productos por lo que los productos de “envase verde” ganarán lineal. Lo que exigen principalmente es que estén hechos de un material sostenible, que aporte bajos niveles de CO2 y que sea reciclable”.

Otro ejemplo de compañía responsable y concienciada con el medio ambiente, sobre todo si tenemos en cuenta el sector en el que trabaja, es la aerolínea SAS. Durante el encuentro, Hallvard Bratberg, director general de SAS, ha explicado cómo la compañía empezó a trabajar en esta materia hace ya tiempo, muy concienciada con el problema del cambio climático. En la actualidad han conseguido una reducción del 75% del ruido emitido, mejorar en un 70% la eficiencia del fuel utilizado y eliminar el hollín. Entre sus objetivos se encuentra la reducción de un 20% de las emisiones, contando con el crecimiento previsible del tráfico aéreo.

En el caso de las aerolíneas está muy clara su vinculación con el medio ambiente sin embargo, también hay empresas que pueden contribuir a la reducción de emisiones y que por su actividad no lo parezca. Es el caso de Tandberg, empresa especializada en videoconferencias. Según ha explicado Alberto Fernández-Díaz, director general de Tandberg, “la videoconferencia supone una herramienta importante para reducir las emisiones de CO2. ¿Cómo?. Por medio del ahorro de costes y desplazamientos”. Un ejemplo claro es la propia Tandberg que, al realizar unas 75.000 videoconferencias al mes, ahorran 10 millones de dólares en viajes y 5.000 toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera. Se trata de un caso muy ilustrativo de la mejora de de la eficiencia de la empresa con Responsabilidad Social Corporativa en medio ambiente.

Sobre ESADE
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