"Estamos trascendiendo los países, para hacer un banco latinoamericano", dijo Joan Melé en Montevideo.
"El sistema financiero no está respondiendo al reto de los objetivos de desarrollo sostenible". Con estas palabras de Mireia Villar, coordinadora residente ONU en Uruguay, se dio inicio la mañana de este miércoles en Montevideo al anuncio del Estudio de Prefactibilidad Regional, texto medular en el desarrollo de la banca ética latinoamericana que crece por las ciudades de Santiago, Valparaíso, Montevideo, Buenos Aires, Rosario, Cartagena de Indias, Medellín y Bogotá, entre otras.
La funcionaria de Naciones Unidas se refirió en ese contexto a los desafíos que enfrenta los bancos locales. Al respecto, instó a estas entidades a "que se centren en la economía real, que financien inversiones en sostenibilidad, ciudades inclusivas, innovación, etc".
Tras la intervención de Villar, vino el turno del banquero catalán, Joan Melé, quien promueve la banca ética en toda la región y además lidera la presente gira que transita por las ciudades antes mencionadas.
Para abrir su alocución ante las más de 100 personas presentes en el World Trade Center, Melé afirmó que “esta sociedad está enferma", puesto que "hay un miedo a mirar dentro de uno y ver un vacío".
Al respecto dijo entonces que "la clave para cambiar esto la tienen los ciudadanos, despertando la conciencia".
"Vamos a transformar la economía para que todos los seres humanos puedan cubrir sus necesidades", prosiguió Melé, afirmando asimismo que "estamos haciendo un estudio en todo Latinoamérica, para analizar las tres áreas de inversión: cultura, desarrollo social y medio ambiente".
"Estamos trascendiendo los países, para hacer un banco latinoamericano", reforzó Melé frente los asistentes.
Luego de aquella exposición, el banquero local y miembro del equipo que elabora el proyecto, Diego Pereira, expuso que la idea del estudio es "analizar si como banco podemos asistir a estas tres áreas".
La banca ética tiene sentido en tanto pueda transformar procesos productivos. Los cambios tienen que ser liderados por las empresas", espetó Pereira.
En sus palabras, el aporte de la banca ética en la región se relaciona con un análisis de impacto de las empresas y una estructuración de deuda que se adapta a su realidad, generando un valor para la sociedad a través de esta asesoría financiera que entiende los desafíos del sector.
Posterior a la participación de Pereira, el director ejecutivo de la Fundación Dinero y Conciencia, Sebastián Cantuarias, invitó a los presentes a soñar con el banco que se está creando. "Esto existe, en Chile se están financiando proyectos. En Brasil también es una realidad", acotó.
"El Estudio de Prefactibilidad es la etapa previa del proyecto prebancario con dos objetivos: formar la comunidad humana en torno al proyecto y entender los sectores y sus desafíos estructurales de "Latinoamérica", aportó.
Cabe precisar que este proceso, que se desarrolla en cada ciudad a partir de los eventos de lanzamientos impulsados por el banquero y promotor de la banca ética Joan Melé, tiene como finalidad analizar el potencial del mercado en las áreas de educación y cultura, desarrollo e inclusión social y medio ambiente, para así determinar cómo se aborda el desafío estructural en cada uno de esos sectores económicos.
El mencionado estudio se explica además como el paso siguiente al mismo texto emanado en Chile en 2017, informe que sirvió para concluir la viabilidad jurídica, financiera y comercial de crear un banco con lineamientos de banca ética. Es decir, advertir que sí hay mercado para su desarrollo.
Como ya se dijo, medular resulta entonces en la concepción de este documento determinar los mercados en los que se trabajará. Esto más allá de las diferencias locales y culturales propias de una región tan diversa como América Latina.
Así, es de menester conservar las miradas locales, pero sin perder de vista que se trata de un proyecto regional, en el que lo desafíos de sustentabilidad y equidad son afines.
El Estudio de Prefactibilidad se instituye así como un proceso de discusión abierta, en el que convergen expertos de diversas áreas, y en el que se propician talleres, foros y seminarios para poner en valor la idea de un banco a todos los actores de los ecosistemas en donde se ubican los futuros clientes.
Como se sabe, en Chile el estudio de 2017 dio paso a la creación del prototipo Doble Impacto, organización que ya vincula inversionistas con organizaciones y que, a la fecha, ha conseguido movilizar créditos por 8 millones de dólares. En este país, 2020 será el año para solicitar la licencia bancaria ante el regulador, con lo que se proyecta abrir el banco en 2022.
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