Hace varios años que me llama la atención el nivel de desarrollo de la Responsabiidad Social y la Sustentabilidad en la Universidad Anáhuac de México. El interés por la Responsabilidad Social y la Sustentabilidad de la Universidad surge por ser una universidad muy preocupada por el Ser Humano, toda la filosofía de la universidad está enfocada en la centralidad, en la importancia, en la dignidad de la persona. Y eso llevó a que cuando en México tuvieron el terremoto de 1985, la gente se volcara a un esquema de voluntariado para tratar de ayudar a los demás. Se tuvo que esperar hasta el 2006 para fundar la primer escuela de Responsabilidad Social, pero ese terremoto fue lo que detonó el que la universidad dijera: "debemos de hacer algo, debemos estar preparados para cuando surjan estas catástrofes". Según Miguel Ángel Santinelli, Director de la Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac, mientras se mantiene el status quo, no pasa nada, pero cuando el hombre se encuentra en crisis, cuando de un dia a otro no tiene que comer, donde vivir, donde bañarse, no sabe dónde están sus amigos y familiares, el lugar de trabajo se ha perdido, no hay electricidad, no hay comunicación, en ese momento hay un alto total donde hay una reflexión interior, entonces la universidad, al ser un centro de acopio, (que fue en lo que se convirtió en ese momento), empieza a tener esta línea de pensamiento hacia tener sociedades resilientes, para que cuando vengan impactos económicos, sociales resultado del cambio climático, crisis medioambientales, crisis alimentaria, tenga la capacidad de reconstruirse con una visión humana, no con una visión empresarial, ni económica; que vea a las compañías y a la economía como una herramienta y no como un fin último. Así es cuando se rompe el paradigma en la universidad, y se empieza a caminar hacia la responsabilidad social y la sustentabilidad. Y luego en el ámbito internacional empiezan a suceder cosas que le dicen a la universidad, "vamos bien, tenemos un rumbo adecuado, no estamos pensando algo utópico, y ese es el camino que hay que seguir". Entonces saben captar esos cambios y empiezan a caminar pasos más firmes, tomándose muy en serio el tema de la responsabilidad social no solo desde una visión de pensamiento o intelectual, sino con una visión institucional, designando los presupuestos, los puestos y haciendo los edificios necesarios para hacer que eso sea una realidad y no se quede simplemente en un pensamiento.
Para el 2011 crean una maestría en responsabilidad social, programa más antiguo de la universidad y se estructura la Facultad de Responsabilidad Social porque se crea el Doctorado en Innovación y Responsabilidad Social y la Licenciatura en Dirección en Responsabilidad Social y Sustentabilidad. A principios del 2018, se une con la Anáhuac el Centro Idearse, que es un Centro de Investigación, Extensión y Consultoría, dirigido a la empresa, es decir, a hacer responsabilidad social corporativa, empresarial y crean otro: el Centro Latinoamericano de Responsabilidad Social (CLARES). Este centro hace lo mismo: investigación, consultoría, extensión, para las empresas, el tercer sector, las organizaciones con causa, las juntas de asistencia privada, todo lo que tenga que ver con las organizaciones de la sociedad civil. Este año crearon el Centro Anáhuac de Pensamiento Social Cristiano, porque para ellos, al ser una universidad cristiana, es muy importante rescatar las encíclicas de los Papas como la "Laudato Si, Alabado seas mi Señor", que habla de toda la problemática ambiental y los valores de la Doctrina Social de la Iglesia, como son la solidaridad, la subsidiaridad, el bien común. Es así como la Anáhuac no ve a la Responsabilidad Social como una forma de hacer negocios, sino como la oportunidad de transformar a la sociedad, de generar valor social y "capital social". Además de los tres centros de investigación mencionados, cuentan en la parte académica con una licenciatura, dos maestrías: una presencial y otra en línea y el Doctorado en Innovación y Responsabilidad Social. "Somos una facultad de misión para la universidad y es por eso que se creó una materia en línea de seis meses que se debe tomar obligatoria, para todas las licenciaturas de escuelas y facultades de la red Anáhuac" nos comenta el actual Director de la Facultad de Responsabilidad Social. La red Anáhuac se compone entonces de: Anáhuac Cancún, Anáhuac Mérida, Anáhuac Puebla, Anáhuac Guajaca, Anáhuac Xalapa, Anáhuac Querétaro, Anahuac Tampico, Anáhuac México Norte y México Sur. Anáhuac México es una sola universidad, pero tiene dos campus: el norte y el sur. En estos 9 campus y estas 8 universidades, todos los alumnos deben tomar una materia obligatoria en Responsabilidad Social y Sustentabilidad. También tienen tres cátedras de investigación, que son alianzas que hacen con el sector privado, social y el público para hacer una investigación de fondo. Una es de educación financiera que está fundada por "Bank of America, Merrill Lynch", otra de pobreza y pueblos originarios fundada por Carlos Slim, y otra de Educación para la Paz que es la Cátedra Simón Pérez de Educación para la Paz. Estas tres cátedras de investigación, son lo que conforma la Facultad de Responsabilidad Social, una tarea bastante desafiante porque no tienen referentes. "No es como una facultad de derecho, o de negocios, donde te puedas voltear a ver qué hacen en Buenos Aires, Chile, Bogotá, Lima, es decir, en otros países de Centro y Sudamérica o incluso España, para comparar y ver curriculas distintas", nos comenta. Aquí les ha tocado hacer camino e ir mejorando los programas conforme van saliendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la ISO 26.000, los lineamientos de Responsabilidad Social, la SA 8000, el sistema de Gestión de Responsabilidad Social, el Pacto Mundial y las modificaciones que van teniendo. También cómo se relacionan con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las actualizaciones de los informes de la iniciativa global de reporte del GRI para hacer reportes de sostenibilidad de las empresas. Entonces han ido tomando estas herramientas y han conformado, primero un cuerpo docente alineado a estos temas, algo nada fácil pues de repente a un docente lo contrata una empresa, y no pueden poner un anuncio diciendo que necesitan un maestro que les de la materia de derecho ambiental, que es más fácil porque hay mas abogados. Hay otras materias en las que se complica mucho al tener un experto y lo mismo para las investigaciones de sus tesis doctorales, porque no es tan fácil tener directores de tesis que conozcan del tema y que sean doctores en el tema.
La universidad acaba de abrir la novena generación de doctores en innovación y responsabilidad social y algunas líneas de investigación. Hay una línea muy clara de Responsabilidad Social Universitaria, otra del Retorno de la Inversión Social, es decir, cómo las empresas mueven en el estado financiero la responsabilidad social de ser un gasto a una inversión; un cambio importante en cómo se insertan las empresas al IPC ( Índice de Precios y Cotizaciones) sustentable y cómo hacen para ser calificadas y valorizar sus acciones por evidenciar que tienen elementos de Responsabilidad Social y Sustentabilidad. Y lo mismo ha sido el colocar a sus alumnos. Según Miguel Ángel, el mercado mexicano exige cada vez más alumnos que estén formados en Responsabilidad Social y se van abriendo puestos de gerentes de sostenibilidad, gerentes de responsabilidad social, o con los dos nombres: "gerentes de desarrollo sustentable y responsabilidad social". Todo eso ha sido un gran reto, pero también están viendo que los bancos están transitando de tener un departamento de responsabilidad social a tener expertos en responsabilidad social en varias áreas: en las Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORES), en crédito y cobranzas, en informática y es así como se va ampliando la oferta laboral y les gusta mucho porque sus alumnos tienen un porcentaje de empleabilidad muy alto. Sobre todo también con materias emergentes como es "la economía circular". Cuando empieza la crisis ambiental, a partir de la triple línea de resultados, es decir, de lo ambiental, lo social y lo económico también comienza a desarrollarse la economía ambiental, entonces se habla de los impuestos verdes, o los impuestos pigouvianos, nuevos esquemas de depósito y reembolso, la evaluación ambiental, los precios hedónicos, los certificados de emisión reducida o bonos de carbono. Luego comienzan a crecer herramientas de economía ambiental, aunque llega un punto en que se dan cuenta que la economía no puede ser lineal, no se puede seguir pensando en extracción, producción, uso y descarte. Necesitamos tener un "ciclo" en nuestra economía y la economía circular comienza a tener su espacio con cátedras especializadas. Así es como la universidad ha ido avanzando en temas emergentes, participando en congresos en el Ecuador con conferencias magistrales en arqueología socialmente responsable, insertándose en todos estos temas. En Chihuahua, por ejemplo, se presentaron recientemente los indicadores Ethos de Brasil, un sistema de gestión de responsabilidad social creado e impulsado allí. Es así como La Asociación de Empresarios de Chihuahua los invito a dar su opinión y poder hablar de temas de responsabilidad social y sostenibilidad.
Tal y como mencionó Miguel Ángel, el mundo está cambiando muy rápido y hoy los clientes o las personas no compran solo cosas, o una imagen de marca, sino conocer las prácticas de las empresas en el momento. Poder estar en el supermercado y revisar el reporte de sustentabilidad con un dispositivo móvil o en donde se hacen los productos o cuales son los beneficios de los trabajadores que están en esa empresa, o cuales son los temas de filantropía o altruismo que tienen las empresas o sus fundaciones, qué temas han escogido o si están haciendo productos diseñados para el ambiente, si están haciendo análisis del ciclo de vida de los productos, están tratando de cosechar el bosque urbano o la minería urbana para el rescate de materiales para evitar la basura electrónica. Todo eso es parte de lo que busca la facultad de responsabilidad social y mucho es a través de su centro de investigación, pero también de sus docentes. Y lo que buscan es estar actualizados, a la vanguardia, para poder compartir estos temas, no desde una visión de noticia de lo que está sucediendo, sino con una visión académica de cómo pueden aprender esas herramientas y cómo usarlas para avanzar al desarrollo sustentable. Ese es el paradigma grande que la modernidad se ha planteado hoy en día.
Los desafíos más importantes para la universidad de aquí al 2030
Tal y como pudimos observar, la universidad Anáhuac es un laboratorio de innovación constante, dado que se están actualizando todos los días viéndose obligados a investigar y a sacar esa investigación al campo permanentemente a través de la consultoría con alianzas y al mismo tiempo ingresar la información del campo que vendrían a ser las empresas, ongs y el Estado al ámbito académico. Es como si estuvieran respirando lo que sucede en el exterior y exhalando lo que se genera en el ámbito científico en términos de lo planteado por algunas publicaciones de Otto Scharmer.
Según Miguel Ángel, los principales desafíos que tienen de aquí en más son: que los orientadores pre universitarios conozcan que existe la opción de la licenciatura en innovación y responsabilidad social. " ¿Cómo ha surgido el término, como se ha dado la historia, cuáles han sido los tropiezos, que es realmente el cambio climático, como empieza desde la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático antes del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático ( IPCC), el Protocolo de Kyoto, las diferentes COPS que ha habido, el acuerdo de París, cuales son las metas de adaptación, de mitigación de cada país, qué países son más vulnerables que otros? Todas estas preguntas configuran un gran reto para que las organizaciones conozcan y aprecien qué hace un profesional en Responsabilidad Social", comenta Santinelli. "Hace unos 20 o 15 años, el experto en Responsabilidad Social era el de mantenimiento, que cambiaba los focos por LED, que instalaba algunos paneles solares, que ponía algunos dispositivos ahorradores de agua en los baños, que trataba de que la flota de automóviles estuviera afinada, adecuada, pero eso realmente ya quedó atrás. Ahora la fuente de innovación con la que hay para avanzar hacia la sustentabilidad no se logra cambiando focos. Eso es muy importante, pero ya quedo como un primer paso" concluyó. Otro reto que tienen al interior de la universidad es seguir avanzando en un campus verde, que refleje los conocimientos que están generando en el entorno. Y también que todas las escuelas y facultades de la universidad y todas las áreas administrativas estén permeados con los conceptos de responsabilidad social y sustentabilidad. Que cuando uno piense en responsabilidad social en la universidad digan que tienen una maestría en arquitectura sustentable, otra en comunicación socialmente responsable en la facultad de comunicación, hacer sinergia y convertirse en un área de apoyo y servicio para el resto de escuelas y facultades, en donde se revisen sus curriculas, se den consejos y finalmente se vayan especializando. Otro reto que mencionan es hacer público un sistema de gestión de responsabilidad social universitaria para la Red de Universidades Anáhuac, compartiéndolo con otras instituciones de educación superior. Este sistema de RSU tiene cuatro dimensiones: una es la formación de líderes socialmente responsables, otra es la vinculación con el sector gubernamental, empresarial, el tercer sector. Otro reto es hacer alianzas estratégicas para ver cuales son las necesidades que están surgiendo en el mercado laboral y cómo las pueden interiorizar y generar profesionales capaces de resolver los retos de hoy y sobre todo del mañana. Otra es la investigación que debe ser con impacto social, que por lo menos tiene que estar alineada a los ODS. Tienen que haber identificado a qué ODS se está contribuyendo y como está avanzando y la otra es la gestión administrativa. Así es como a través de la gestión, la vinculación, la formación y la investigación van a decantar su sistema de gestión de RSU, que deberán tenerlo implantado al 100% para el 2024. Han hecho una planeación estratégica a esa fecha y esa es la meta que hoy en día la facultad de responsabilidad social junto con el comité rectoral y el resto de escuelas y facultades ha definido.
El impacto de la tecnología en la educación
Respecto a hacer en algún momento un doctorado On Line, a través de la maestría en linea han tenido gente de Chile, de Colombia, muchos ecuatorianos, pero no van a hacer un doctorado 100% online, porque el doctorado requiere una reflexión filosófica del doctor de responsabilidad social y sustentabilidad. Van a hacer un doctorado intensivo semipresencial, lo que quiere decir que habrán algunas materias que el candidato a doctor podrá cubrir en linea, pero también habrá que viajar en algunos momentos a México y de manera intensiva tener sesiones para los coloquios y los seminarios de investigación con la finalidad de ir construyendo las investigaciones doctorales, las metodologías de estas investigaciones con eficiencia de terminación alta. No quieren formar doctores en innovación y responsabilidad social que nunca se titulen, sino que puedan tener el grado completo, no solo el conocimiento académico. El tener el doctorado On Line es muy importante porque mucha gente quiere hacer el doctorado, pero esta en otros países y quizás esta pueda ser una alternativa viable.
Ven que las universidades quieren empezar a hacer programas de licenciatura, maestría e incluso doctorado, pero no tienen el capital humano. No tienen expertos que tengan grados en Responsabilidad Social, en Sostenibilidad. Pero ellos que ya han andado el camino, pueden facilitar este proceso y como una economía de escala, pueden hacer una Universidad de Escala para insertar rápidamente y efectivamente en los temas que cubre el enfoque de la Responsabilidad Social, según lo comentado por el Dr Miguel Angel Santinelli.
¿Cómo conciben el enfoque de la conciencia en la Universidad Anáhuac, más allá de la Responsabilidad Social pura y dura?
Para el Director de la Facultad de Responsabilidad Social y Sustentabilidad de la Anáhuac, hoy día los tomadores de decisiones, tanto los directivos de empresa como los clientes, no solo lo hacen con la mente, sino también con el corazón y con el espíritu. Hoy en día para que realmente sean socialmente responsables, la filosofía de trabajo dentro de las organizaciones debe ir acompañada de un código de ética, pero mas allá de eso, de un sentido del enfoque en la persona. De permitir que las personas a través de su actividad laboral logren sus sueños, realizándose como personas, teniendo un liderazgo, pertenencia, trabajo en equipo, y se sientan que pueden ser útiles para la sociedad. Y lo mismo para los clientes. Los clientes no solo quieren comprar a partir de una decisión económica y una necesidad o deseo, sino que también están pensando en algo particular, en algo que les de sentido, tanto al espíritu como al corazón. Entonces creen muy importante que hoy en día estas tres dimensiones sean parte de una estrategia de los negocios. Es un cambio cuántico de como se veían los negocios en el pasado, pero es un cambio que hoy precisamente las nuevas generaciones lo están demandando.
Respecto al doctorado, ya comenzó la 9 na generación en agosto y sus clases son los viernes y los sábados integrado por 12 maestros de diferentes disciplinas que quieren ser doctores en Responsabilidad Social. Han tenido la fortuna de que sus grupos son muy nutridos y se acaba de abrir el doctorado y también la licenciatura en agosto con 30 chicos que venían de diferentes preparatorias, que decidieron estudiar dirección en Responsabilidad Social y Sostenibilidad. La maestría abrió en Octubre, tanto la presencial, como en linea, lo que les da mucho gusto, porque hace que su facultad vaya creciendo y además tenga finanzas sanas.
Finalmente, asistieron al Congreso Mundial de Responsabilidad Social de la Unesco del Observatorio Regional para América Latina y el Caribe, junto con otras instituciones de educación superior del continente donde les otorgaron el ojo de plata, un reconocimiento que da la Unesco a través de este Observatorio por Innovación Educativa y precisamente por tener toda una Facultad de Responsabilidad Social. Este es un evento que les ayudó a otras universidades, escuelas, facultades, departamentos, a poder insertarse en una formación sólida, formal en responsabilidad social y avanzar mas rápido como región, no solamente como países para ir acercándose a la sustentabilidad.
Ha sido un placer conversar con Miguel Angel y compartir todo lo que estaba haciendo desde la Universidad, no solo para América Latina, sino a nivel global. Porque para muchos países de Europa es muy interesante la Universidad de Anahuac y como han ido desarrollando todo lo que han hecho. Espero que Argentina pueda seguir en contacto para seguir apoyándolos en esta cruzada que es la Responsabilidad Social para muchas organizaciones y para muchas personas, sobre todo para las universidades tradicionales que les cuesta tanto incorporar el concepto con un enfoque práctico y no sólo desde la investigación.
COMO DESPERTÓ EL PROPÓSITO DE VIDA DE MIGUEL ÁNGEL SANTINELLI
Es muy importante tener personas que estén realmente comprometidas con esa llamada de la sustentabilidad y la responsabilidad social, dirigiendo instituciones como la Anáhuac. En el caso de Miguel Ángel Santinelli, comenzó su camino hacia la responsabilidad social y la sustentabilidad de muy pequeño, fue una "llamada", que hay pocos privilegiados que pueden tener a tan temprana edad, porque muchos cambian sus carreras, sobre todo mucha gente que reciben actualmente en posgrado de la Anáhuac que tiene una carrera de base y quiere empezar a orientar su profesión al desarrollo sostenible. Miguel Ángel, tuvo de niño una afinidad por la naturaleza muy grande. En su casa siempre pedía tener una pecera, tortugas, conejo, ardilla, Iguana y cada vez quería mas cosas. Su padre se dio cuenta que eso era infinito porque cada vez quería mas animales y la visita al zoológico era cada vez mas frecuente. Tenia 8 años y fue a hablar con el administrador. Su padre le dijo al administrador que le gustaban mucho los animales, y que posibilidad había de que su hijo pueda ir como voluntario los sábados o el fin de semana. Entonces el director del zoológico le dijo que fuera el siguiente sábado. Desde los 8 a los 13 años despertaba todos los sábados a su madre a las 6 am, para que le llevaran al zoológico, entonces iba con los trabajadores, limpiaba las jaulas, los albergues, les daban de comer, luego iban a la parte de veterinaria y así fue como paso su infancia con una cercanía muy grande a los animales, un amor muy grande a la naturaleza, al voluntariado. Al principio los trabajadores no entendían mucho que hacia este niño de 8 años yendo a ayudar. Paso el tiempo y se convirtió en una competencia entre ellos para que fuera a ayudarlos porque era muy entusiasta. Entonces su jornada de trabajo se hacia mas divertida, mas ligera, pues preguntaba mucho y le daba importancia a la labor de ellos, a partir de ver a un niño con los ojos iluminados tan emocionado de poder estar haciendo lo que ellos hacían día a día. Allí surge su necesidad de tener ecosistemas sanos, de entender como funciona el medio ambiente, lo que lo llevo a estudiar veterinaria, pero la veterinaria tiene un enfoque en producción. Entonces no le acabo de gustar ese enfoque, pero se abrió una carrera en licenciatura en ecología. Algo muy nuevo para esos años en que estudio. Luego se fue a Inglaterra e hizo una maestría en estrategia de negocios y administración ambiental, luego regreso a México e hizo un doctorado en Administración Publica con un enfoque en sistemas de gestión ambiental y afortunadamente toda su vida laboral estuvo haciendo cosas para el ambiente. Trabajo en Secretaría de Educación Pública haciendo todo el diseño de educación ambiental para las escuelas de educación preescolar, primaria y secundaria de educación básica, luego estuvo en el Instituto de Salud y Seguridad de los trabajadores, y entonces ahí diseño un programa de fortalecimiento ambiental en hospitales para disminuir los impactos ambientales que generan las instituciones medicas, y estuvo viajando por todo el país, observando y haciendo diagnósticos, disminuyendo los impactos ambientales de descargas de aguas residuales, de emisiones a la atmósfera, de generación de residuos peligrosos biológico-infecciosos, de emisión de mercurio, en fin, de todos los impactos ambientales que generan las unidades medicas, que están abiertas 365 días del año, que son como pequeñas ciudades, como un hotel, pero también existen restaurantes, laboratorios, muchísimas cosas y son grandes impactos ambientales los que se generan. Y luego, estuvo trabajando en la Cámara de Diputados, impulsando la Ley general de cambio climático y que por ley son de los pocos países, NO ANEXO I, que tienen una ley general de cambio climático, y que debe avanzar hacia la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero, independientemente de los tratados internacionales a los que han firmado y ratificado y cuando se crea la escuela de Responsabilidad Social lo invitan a impartir la materia ambiental precisamente. Entonces daba estrategias ambientales y de sostenibilidad. Y así estuvo dando clases por 15 años combinándolo con su vida laboral y posteriormente lo invitan a ser director de la facultad de responsabilidad social.
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