Más mujeres siguiendo a más mujeres; por Reyes Ferrer
Recientemente he tenido el honor de ver a la presidenta de ANUNCIOS, Doña Esther Valdivia, recoger un merecido premio. El premio Mateo, a la eficacia de la publicidad en el desarrollo económico, en la categoría de Mejor Iniciativa, por los premios MAS Mujeres a Seguir. Un merecido reconocimiento a la contribución de esta revista a la tarea de dar impulso a las jóvenes ejecutivas de nuestro sector. Espero que este tipo de iniciativas sirvan para que de una vez por todas dejemos de lado las pesadas anclas culturales que llevamos arrastrando durante siglos las chicas, y nos autoricemos a asumir cualquier tarea de máxima responsabilidad.
Desde estas páginas son cada día más señoras las que son noticia, son empresarias, creativas, técnicas, profesionales, las que aparecen puntualmente en este foro dando a conocer logros de sus empresas. Consejeras delegadas y presidentas de multinacionales no hay tantas. Las mujeres CEO al frente de las empresas abundan más en las pymes, cuando ellas han creado la empresa, o la heredan. No tengo muy claro que este hecho objetivo se deba a los hombres, es más bien una elección de las mujeres que trabajan en grandes empresas. O quizás una renuncia.
Aún no hay demasiadas referencias y por lo tanto el liderazgo femenino no está normalizado. Por absurdo que parezca, las mujeres tenemos que reclamar cuotas para estar en los consejos de administración. No solo para ocupar un sitio y cobrar un súper sueldo, sino para normalizar una situación de la que no hay referencia.
Y se necesitan referencias y referentes. Se necesitan ejemplos. Se necesitan más mujeres a seguir.
Está claro que vivimos en un mundo compartido por mujeres y por hombres. Pero también está claro, que las mujeres siguen teniendo como prioridad la familia. Ese es uno de los problemas de las Mad Woman. Un problema también vinculado a la biología, ya que es evidente que la etapa de mayor crecimiento profesional a menudo coincide con la edad fértil. Algo que sigue discriminando a la mujer en todas las empresas. Y aún más en tiempos de crisis.
Los premios MAS Mujeres a Seguir impulsan a esas mujeres con carreras prometedoras e hijos pequeños a que no se rindan, a que continúen. A día de hoy, la carrera profesional de todos, hombres y mujeres, es una carrera de fondo. Donde la motivación, la resistencia y la tenacidad son fundamentales. Una mujer puede reducir su ritmo laboral durante una década y retomar el ritmo más adelante. Y un hombre también. Hacerlo va a ser cada día más frecuente hasta convertirse en habitual. Igual que hoy hemos aceptado incorporarnos a la vida laboral a los veintitantos en lugar de a los 14 o menos de no hace tanto tiempo, nos iremos habituando a reducir jornadas durante unos años para luego retomar la velocidad de crucero. Pero es algo que no ha de hacer solo la mujer, es algo que ha de hacer la pareja. Y esa es una reivindicación que se hace en casa, no en la empresa. Las Marys que todas llevamos en la memoria debemos desterrar de nuestras neuronas (programadas por el ejemplo de entregadas madres, abuelas y heroínas varias) la idea equivocada de que los hombres no saben cambiar pañales, hacer deberes o preparar cenas tan bien como nosotras. Eso es falso. Si saben, y si no saben, son tan capaces como nosotras de aprender. Solo hemos de dejar que lo hagan. Y tener paciencia o imaginación.
Pecho
La crisis ha corrido un tupido velo sobre buenas ideas como la conciliación y las bajas por paternidad obligatorias. Nuestra vicepresidenta del gobierno, que accedió al cargo embarazada no se tomó demasiado tiempo para darle el pecho a su bebé a demanda. ¿Es eso lo que queremos? ¿Es ese un modelo a seguir? Nadie duda de la capacidad de Sáenz de Santamaría. Pero ser madre es para muchas de nosotras un sentimiento, una necesidad biológica, una vocación, o una llamada irrenunciable. Iniciativas como la de ANUNCIOS permiten que mujeres brillantes, deslumbren aún más en beneficio de su autoestima, de su marca personal y sin duda de toda la sociedad.
Seguirlas es mirar hacia nuevas oportunidades, hacia un nuevo modelo de liderazgo. Igual de bueno que el masculino, pero diferenciado, esa es su principal virtud. Su mayor atractivo. La sal de todas las empresas. En la variedad está el gusto.
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