España se sitúa de nuevo 'a la cola' en materia de Inversión Socialmente Responsable (ISR), según los datos del último y VI Observatorio de la Inversion 13-12-2006
España, en el último puesto en materia de Inversión Responsable según ESADE
Según explicó el colaborador y profesor visitante de ESADE, Ignasi Carreras --ex-director de Intermón Oxfam--, que calificó la ISR como 'catalizador' de la RSC de las empresas porque fomentan la inversión de ésta en fondos que cumplen requisitos desde el punto de vista ético, 'en teoría hay un interés positivo respecto a la ISR en España --por parte de ONG, empresas, sindicatos, bancos y cajas de ahorros--, pero la realidad y la práctica es que ésta no ha despegado'.
'Este tipo de fondos siguen sin despertar interés en los inversores españoles, ni en los bancos, las cajas o los gestores de fondos o de carteras', señaló Carreras, de ahí el 'estancamiento' de la ISR desde su llegada a España, en 1999. El lanzamiento inicial pareció prometedor, pero lo cierto es que después 'no ha recibido el apoyo suficiente para crecer y sigue sin haber demandantes activos', agregó.
En 2005 la cifra de inversión responsable ascendió en España a 1.013 millones de euros, sólo el 0,49% del conjunto del patrimonio en fondos de inversión en el país, creciendo sólo un 2,3% respecto al año anterior. En cuanto a Europa, la situación es bien distinta: los fondos de inversión ISR 'sí han despegado' y el crecimiento alcanzó en 2005 --en la mayoría de países de la Europa de los Quince-- el 27%.
El patrimonio invertido por ejemplo en Reino Unido fue en 2005 siete veces superior al de España, el de Francia tres veces superior, --con un crecimiento anual del 20% el pasado año--, el de Italia 2,5 veces superior y el de Bélgica --un país con la mitad de población que España-- fue del doble. Estos cuatro países son, según los datos del Observatorio, los más dinámicos en materia de ISR, con crecimientos superiores incluso a los fondos de inversión tradicionales, mientras que España 'sigue estancada'.
En cuanto a participantes, España registró el pasado año un descenso del 6,7%, mientras que en materia de inversión tradicional aumentó un 8,4%. Esto hace que surja la pregunta de si este tipo de fondos socialmente responsables son los suficientemente rentables para resultar atractivos. La respuesta, según Carreras, es que sí, pero 'falta información y difusión'. De hecho, 'pueden ser tan rentables, y muchos lo son más, como los tradicionales'.
Así, 21 de lo 35 fondos de inversión responsable que existen en España han demostrado tener rentabilidades superiores a sus equivalentes tradicionales. Los que mayor rentabilidad presentan son los fondos ISR extranjeros comercializados en España, por encima de los españoles (14 de los 35). Solo cinco de ellos, con rentabilidades superiores a sus equivalentes tradicionales, son españoles.
RAZONES DEL ESTANCAMIENTO
Carreras señaló varias razones para explicar el estancamiento de la ISR en España, entre ellas, la novedad en los mercados y por tanto la menor experiencia; que el universo de este tipo de carteras es más reducido y por tanto se limita la rentabilidad o que los gestores de carteras han desarrollado algunos tipos de fondos ISR poco atractivos para el mercado, con excesiva renta fija o que no siguen las nuevas tendencias del mercado.
La 'clave' es que no hay inversores 'suficientemente interesados', pero también las cajas de ahorros, bancos y entidades de gestión 'no están cumpliendo un papel demasiado activo a la hora de promocionar este tipo de fondos'. Asimismo, en España, falta también que las Administraciones públicas y otras de caracter social como ONG, Fundaciones o instituciones religiosas den más ejemplo con la compra de este tipo de fondos y asuman el papel de 'catalizadoras'.
Para Carreras, tampoco la legislación actual es favorable a este tipo de fondos y no exige que, por ejemplo, los fondos de pensiones tengan que informar de si cumplen criterios sociales, de sostenibilidad o responsabilidad social. Pese a todo, España, tiene ventajas: 'es un mercado muy virgen, la rentabilidad no es un obstáculo, --porque ya se ha demostrado que la hay--, y existen muchos agentes sociales que podrían hacer de catalizadores'.
En palabras de la investigadora y coautora del estudio, Laura Albareda, a los potenciales clientes e inversores 'no hay nadie que les haga llegar la información de que este tipo de fondos existen', por lo que apostó por la puesta en marcha de un 'círculo virtuoso de avance' que empiece por la información para pasar a la contratación y de ahí a su generalización en el mercado.A su juicio, la ISR no puede seguir siendo 'un mercado nicho', un 'reducto de los convencidos', sino pasar al gran mercado como un producto más que esté al alcance de cualquiera, con las mismas o mayores rentabilidades y garantías, aunque apostó por cierta 'especialización' por parte de los gestores de carteras que sirva para que los futuros inversores tomen decisiones informadas y sepan claramente qué producto están adquiriendo.
Fuente: Terra Actualidad - Europa Press
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