martes, agosto 14, 2007

Tony, El Suizo, el constructor de puentes visito Argentina y miren que dijo, me lo envio mi madre y no queria dejar de compartirlo

Palabras textuales de mama:

ESTO ESTA ESCRITO POR TONI RUTTIMAN, CONOCIDO COMO “ EL SUIZO” O “ EL PUENTERO” QUE UN DIA A SUS 20 AÑOS DEJO LA INGENIERIA PORQUE , SEGÚN EL LUEGO DE VER LA PELICULA DE LA GUERRA DE VIETNAM “LOS GRITOS DEL SILENCIO”, SINTIO EL LLAMADO DEL SUFRIMIENTO Y SE DEDICO DESDE ENTONCES A UNIR PUEBLOS INCOMUNICACOS POR LA SIMPLE FALTA DE UN CAMINO.

Y ASI EMPEZO EN ECUADOR Y HOY ….LLEVA CONSTRUIDOS 360 PUENTES EN LATINAOMERICA QUE CONSTRUYEN LOS MISMOS POBLADORES Y A LOS QUE EL LES DISEÑA Y PROVEE LOS MATERIALES. VIVE DE LA CARIDAD DE LA GENTE.

EN UN MOMENTO ESTUVO POSTRADO CON UNA ENFERMEDAD QUE LO DEJO SIN CAMINAR UN AÑO. PENSANDO QUE NO VOLVERIA A HACERLO (ESTO FUE EN CAMBOYA) SE DEDICO A DISEÑAR UN SISTEMA INFORMATICO QUE HACE LOS CALCULOS EN FORMA AUTOMATICA PARA CONSTRUIR LOS PUENTES Y COORDINAR LA LOGISTICA PARA EL ENVIO DE LOS MATERIALES DONADOS YA SEA POR AVION O POR BARCO.



TUVE EL HONOR DE CONOCER AL SUIZO AQUÍ EN EL ITBA Y ME VA A ENVIAR UN VIDEO QUE PROYECTO AQUÍ DONDE SE VE COMO SE “CONSTRUYEN ESOS PUENTES”.

ME MANDO ESTE RELATO DE SU ESTANCIA EN BUENOS AIRES.



QUE LO DISFRUTEN



Sinfonía en Buenos Aires

04 de mayo, 2007


Era mi primera vez en una filarmónica. Esta noche en Buenos Aires la Filarmónica de Budapest interpretaba a Mozart. La música del genio austriaco iba directo a mi corazón estremecido.

Apenas una hora antes, yo todavía estaba frente a mi computadora portátil en el piso diez de la sede de Tenaris. El sol ya se había puesto, después de bañar el vasto Río de la Plata en hermosos tonos de oro y rojo. Había venido a la Argentina para dar unas presentaciones, invitado por Tenaris, la empresa que, al igual que el año pasado, nos iba donar tubos para 70 puentes, esta vez para Camboya, Laos, México, Venezuela y Ecuador.

Uno de los ejecutivos de la empresa asomó su cabeza en la oficina:

"Toni qué vas a hacer hoy por la noche? Paolo Rocca te quiere invitar a la filarmónica. En media hora."

Paolo Rocca es Presidente y CEO de Tenaris, parte de la Organización Techint, un grupo del acero a nivel mundial con 50,000 empleados.

Claro que yo no tenía ropa adecuada para una filarmónica, y me fui con mis zapatos de deporte y camisa regular.

Después del concierto, en la cena, le conté a Don Paolo como es que tres días antes en Ecuador el nuevo Presidente Rafael Correa, a través de sus ministros de Obras Públicas y Energía y Minas, había ofrecido darnos todo el apoyo para más puentes. Y eso respetando completamente nuestra filosofía de trabajo, o sea que los campesinos hacen sus propios puentes, y que nosotros - los puenteros, las empresas y el gobierno - contribuimos, pero no nos adueñamos. Ahora me quedaban tres días para elaborar un plan para a mi regreso al Ecuador presentarselo a los ministros y al Sr. Presidente de la República, y tenía algunas dudas. Justo antes del postre, Paolo Rocca, Presidente y CEO de Tenaris, las despejó a los cuatro vientos:

"Mira Toni, dile al Presidente Correa que viniste a Buenos Aires, que te fue bien, y que Tenaris te va a ayudar con tubos para los 100 puentes en Ecuador."

Quedé perplejo. Agradecí con todo mi corazón. Con estos tubos y con los cables de los teleféricos suizos teníamos ya lo principal. Pero para mi propio susto tuve la increíble osadía de preguntar:

"Pero, si todo esto va para el Ecuador, qué hago entonces para Camboya y Laos?"

Justamente era para estos países, muchísimo más pobres que Ecuador, que yo había venido hasta Latinoamerica, en búsqueda de tubos y planchas.



Periplo latinoamericano

Había pasado por México, dando presentaciones y buscando comunidades necesitadas para ayudar con más puentes. Tenía la esperanza de conformar un equipo mexicano de puenteros, ya que las empresas Tenaris y Ternium quieren ayudar con materiales en su país. Durante semanas di vueltas casi 8,000 kms en busca de lugares donde un puente es realmente necesario, además de la persona adecuada para el puentero mexicano que hace falta.

Luego seguí la invitación hasta Venezuela, igualmente para buscar posibles lugares de puentes y para dar presentaciones. Y encontré. En la última presentación de la última noche, en Ciudad Guayana, a orillas del inmenso Río Orinoco, se acercó Oscar, un señor de unos 55 años, jubilado, exgerente de operaciones de una de esas grandísimas minas de bauxita y aluminio. Está determinado a dar su parte para los indígenas y campesinos de la Amazonía venezolana, y evidentemente tiene el carácter y las habilidades adecuadas para ello. Decidimos construir dos puentes iniciales en el estado de Bolívar.

Seguido acepté la invitación a Buenos Aires, incluyendo una parada inesperada en Ecuador. Me encanta dar presentaciones públicas en Ecuador, país natal de nuestra historia de puentes.

Cuanto quisiera yo hacerles saber a los ecuatorianos y ecuatorianas el pueblo especial que son. Y cuanto quisiera hacerles saber el agradecimiento que sentimos varios cientos de miles personas en el Asia Sudeste y yo, porque nuestra vida ha sido transformada por los puentes que se hicieron por primera vez en la selva ecuatoriana. Puentes que nacieron y crecieron gracias a campesinos, indígenas, petroleros, misioneros, soldados, periodistas, empresarios y tantas otras personas más, cada uno dando su partecita.

Y ahora me encontraba en Buenos Aires, cenando con uno de los hombres más poderosos de la industria del acero en el mundo, y quien acaba de regalarme tubos para 100 puentes en Ecuador. Pero de repente sentí que iba volver al Asia con las manos vacías. Simplemente no me era posible detener la pregunta.

"Pero, si todo esto va para el Ecuador, qué hago entonces para Camboya y Laos?"

Don Paolo sonreía y dijo con toda calma:

"Pues, vamos a tener que ampliar un poco el programa."

Con lo cual nos regaló tubos para 100 puentes en Ecuador y 40 en el Asia, además planchas metálicas de la compañía hermana, Ternium. Un regalo de unos $800,000. La palabra de caballero, sin pedirme absolutamente nada a cambio.



Armonía a pesar de diferencias

A la una de la mañana, el ejecutivo que me había invitado al concierto a pedido de Paolo Rocca y yo estabamos parados en la Avenida Libertadores. Igualmente impresionado por lo que acabamos de presenciar, me dice:

"Que tal tu día, Toni? Parece que no te fue tan mal hoy, no?."

Qué podía decir yo? En 20 años de puentero había buscado y luchado por cada metro de tubería de chatarra… el cielo sabe con cuanta paciencia y esperanza… así hemos construido 360 puentes. Hoy, en una noche mágica de sinfonía en Buenos Aires, Don Paolo y las empresas de su familia nos regalaron tubos completamente nuevos para 140 puentes. Material para 300,000 campesinos en el mundo, probablemente más. Un gesto de amor de tamaño global.

Global como lo es todo el grupo, con sus 50,000 trabajadores en múltiples fábricas y oficinas alrededor del mundo. Pero global o no, toda empresa vive tanto gracias a sus dueños como gracias también al más humilde de sus trabajadores. Como aquel veterano trabajador del acero, que en el auditorio de Ciudad Guayana se levantó y dijo:

"Toni, ten por seguro que nosotros daremos con gusto nuestra gota de sudor para hacer más tubos que sirvan de puentes."

En la filarmónica de Buenos Aires, en zapatos deportivos y camisa de calle en medio de la elegancia y el esplendor, yo llegué a comprender que los instrumentos de metal y de madera, aún siendo muy diferentes, se armonizan entre sí, cada uno de la forma más virtuosa y elevada, y juntos, acompañándose y esforzándose en la sinfonía del todo, crean esta melodía sublime que eleva nuestras almas.

Los humanos somos tantísimo más que instrumentos de madera y metal... Como no será entonces la melodía y la armonía que nosotros podemos crear allá fuera, en el mundo de todos los días?










___________________
Toni Ruttimann
(Toni el Suizo)

No hay comentarios.:

AddThis

Share |