martes, septiembre 01, 2009
Entrevista a Bernardo Kliksberg
Bernardo Kliksberg es Presidente de la Red Iberoamericana de Universidades por la Responsabilidad Social Corporativa, integrada por 120 Universidades de la región y España y Director, para España de la UNDP para el proyecto Trust Fund "Hacia un desarrollo integrado e inclusivo en Latinoamerica y el Caribe"
Flo Segura: La incorporación de la mujer al mundo del trabajo en la segunda mitad del siglo XX, el impacto que esta tendencia ha tenido en la familia, (además de que las familias mono parentales ya no son un grupo marginal), se enfrenta con empresas con estructuras no adaptadas a esta realidad, lo que hace que muchas mujeres deban tomar la filosofía de vida de un varón, con horarios longuísimos incompatibles con los de cuidar niños. El cuidado de los hijos debe compartirse, si es que se quiere que ambos padres y profesionales a la vez puedan llegar a todo.
Además, la sociedad española también ha sufrido descensos bruscos de natalidad por tener que optar la mujer entre su estabilidad laboral o ser madre, realidades sociológicas que hace tiempo requieren atención, pero el rol de los recursos humanos como perspectiva integrada e importante en la gestión de la empresa recién ahora esta empezando a tener importancia.
Piensa UD que estamos en un cambio de etapa en el que los intangibles se traducen en un concepto que se llama Responsabilidad Social Empresarial?
B.K.: La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) empieza por casa. Quiere decir ante todo responsabilidad con el propio personal de la empresa. Proclamar la RSE hacia afuera y no practicarla hacia adentro, es inconsistente. Significa desde salarios adecuados, hasta capacitación permanente, y posibilidades de crecimiento, incluyendo desde ya la eliminación de discriminaciones de género y de toda índole.
En empresas de avanzada en el mundo como las nórdicas, también implican participación activa del personal en la gestión.
Un aspecto fundamental de buenas políticas de personal es que la empresa procure el equilibrio familia-empresa. La familia es el núcleo central de vida. Si el trabajo genera incompatibilidades, contribuye a destruir ese equilibrio. Ello revertirá en perjudicar derechos básicos de las personas, y atentará contra la productividad laboral.
Son típicos de estos desequilibrios, las discriminaciones contra las mujeres por maternidad, antes, y después, o las jornadas de trabajo que impiden compartir la vida familiar en dimensiones fundamentales. Que llevan por ejemplo a “los niños horizontales”. Días de trabajo ultra extensos, que sólo permiten que los padres vean a sus hijos pequeños cuando ya están durmiendo.
Hoy en el mundo tecnológico hay muchas posibilidades de equilibrar mucho más trabajo y familia, como el teletrabajo, los horarios flexibles, y otras. En experiencias recientes algunas empresas americanas de punta se han concentrado en cambiar la cultura del personal y premiar especialmente aquellos que logran hacer todo su trabajo en el horario, y por ende se pueden ir a las horas fijadas, en lugar de estimular sistemáticamente el sobre horario. Como lo logran, entre otros eliminando la “reunionitis”, las frecuentes reuniones prescindibles.
El tema de la familia será cada vez más un eje de la RSE bien entendida.
Flo Segura: Además de los planes de conciliación entre la vida personal y laboral, cree ud que deberían implementarse metodologías mas serias de gestión del cambio para el cambio de paradigma necesario que se
requiere para la introducción de la RSE a la estrategia de la empresa?
B. K.: Diferencio cuatro etapas en la evolución de la RSE. La primera es la de la “empresa narcisista”. Es la que predomina en América Latina, y tiene presencia importante en España. Es una mentalidad empresarial para la que el único objetivo, es la maximización del lucro en el menor tiempo posible, y los únicos a los que la empresa debe responder son sus dueños.
La presión social creciente por RSE, permitió pasar a una segunda etapa “la empresa filantrópica”. Allí se reconoce que la empresa debe aportar a la sociedad, y debe rendir cuentas a la opinión pública, y a diversos actores. Es un avance importante, y tiene presencia creciente. La tercera etapa que ya implica un quiebre paradigmático, es la “empresa socialmente responsable”. Acepta que hay un conjunto de Stakeholders a todos los cuales hay que rendir cuenta como los consumidores, los medios masivos, las organizaciones de la sociedad civil, el personal de la empresa, y otros actores sociales claves. Asume que cuando la ciudadanía pide RSE está esperando que la empresa cumpla por lo menos con las siguientes conductas:
1. Buen trato al personal.
2. Juego limpio con los consumidores. Producto de buena calidad, precios razonables, productos saludables.
3. Buen gobierno corporativo.
4. Defender el medio ambiente.
5. Activa participación en causas de interés colectivo
6. No llevar adelante un doble código de ética. No hacer una cosa en los países desarrollados donde tiene su sede, y otra en sus inversiones en países en desarrollo.
La cuarta y última etapa implica pasar a otro paradigma. Es la “empresa ciudadano ejemplar”. Entiende que una institución tan fundamental como la empresa privada, que tiene tanta influencia en las sociedades, y la vida cotidiana de la gente, y que maneja las tecnologías más avanzadas, tiene que replantearse en el siglo XXI su rol mismo en la sociedad.
Tiene que ser un “ciudadano ejemplar”, en sus conductas internas y externas, y en su compromiso con la comunidad.
Tiene que cooperar activamente con las políticas públicas frente a los grandes desafíos colectivos, como lo son en el caso de América Latina la pobreza extendida (40% de la población), las exclusión de los jóvenes (1 de cada 4 está fuera del sistema educativo y del mercado de trabajo), las altas tasas de mortalidad infantil y de mortalidad materna, la discriminación de género, la discriminación hacia los discapacitados, y otras.
La empresa tiene que ayudar a mejorar la calidad de la sociedad. No reemplazando a las políticas públicas, sino apoyándolas formando alianzas virtuosas con Gobierno y ONGs. La empresa puede ayudar con recursos económicos, pero además con sus capacidades gerenciales, espacios en internet, canales de marketing, y otras de sus tecnologías especificas.
Un ejemplo es el que está dando la Fundación Gates, que ha organizado grandes alianzas con fuerte impacto en campos como el desarrollo de vacunas contra la malaria, o la Fundación Telefónica que con su exitoso programas ProNIÑO contra el trabajo infantil, que es ejecutado a través de 100 ONGs, y en acuerdo con los Gobiernos, rescató a más de 100.000 niños pobres en 14 países de América Latina.
Para pasar a esta cuarta etapa la empresa debe colocar entre sus políticas corporativas centrales s la RSE, y realizar un cambio estructural de cultura corporativa.
Flo Segura: Dicho todo esto, cree que en el cambio cultural y de paradigma, es decir, de forma de ver el mundo y la vida que requiere la sociedad para avanzar hacia la responsabilidad social, el rol de instrumentos
de medición psicosocial, junto con alianzas publico privadas con organizaciones que trabajen sobre los fallos detectados en las organizaciones, puede aproximarnos a una sociedad mas sustentable en términos humanos?
B.K.: La empresa es un actor central a favor o en contra de los cambios. Hoy hay grandes fuerzas históricas que le están demandando replantear su paradigma y pasar del narcisismo a la RSE, y la ciudadanía ejemplar.
Entre ellas, los pequeños inversionistas que después de Enron, y de la caída estrepitosa de Wall Street en la que las fallas éticas fueron centrales exige ética a las empresas, los consumidores cada vez más organizados que presionan por ética (el mercado de productos responsables en USA se estima en más de 100.000 millones de dólares), la sociedad civil que a través de las ONGs vigila y castiga las faltas de ética empresariales con movilizaciones que van desde denuncias a boycotts, y los medios independientes muy sensibles al tema.
Si la empresa hace RSE ganan todos. Gana la empresa, porque los inversionistas le tendrán confianza, los consumidores la apoyarán, tendrá mayor sustentabilidad.
Está demostrado asimismo que la productividad de quienes trabajan en empresas con RSE o de ciudadanía ejemplar, es mucho más alta que las que lo hacen en empresas del viejo cuño. Yo llamo a la RSE un juego “ganar-ganar”, gana la empresa y gana la sociedad. Las empresas que no vayan esa dirección quedarán fuera de competitividad en sus países, y en un mundo globalizado sus vacios de RSE disminuirán seriamente sus posibilidades competitivas. Pero además de todo gana el empresario como persona porque sentirá la satisfacción única que produce el servicio a la comunidad y será un ejemplo para su familia.
Flo Segura: Cree que la responsabilidad social empresaria puede considerarse como el avance de la ética como disciplina aplicada o como una ética que responde a los desafíos del mundo actual, para hacer sustentable a la sociedad moderna?.
B.K. El tiempo urge. Hay escándalos éticos que no pueden continuar.
Un mundo en donde la explosión de los avances tecnológicos permite hoy producir alimentos para el doble de su población tiene sin embargo a la mitad en pobreza, y a una sexta parte en hambre.
Mueren 10 millones de niños anuales por causas evitables ligadas a la pobreza. 3 millones por neumonía, cuando los antibióticos para curarlas cuestan solo 0.35 centavos de dolar, y 2 millones por malaria, cuando con 5 dólares se puede comprar una red mosquitero que reduciría las muertes en un 50%.
Las desigualdades son extremas. El 10% más rico tiene más del 85% del patrimonio mundial, y el 50% de menos recursos sólo el 1%.
Para crear un mundo sustentable, hay que volver a integrar ética y economía. Se necesitan políticas públicas que den prioridad a la gente, una sociedad civil movilizada, y una empresa que asuma a plenitud la RSE. Por otra parte amplias alianzas entre ellos.
Si como sucedió en Wall Street y explicó Obama en su asunción las políticas publicas dejan de regular, y reina la “codicia desenfrentada” en importantes operadores económicas, la economía pierde sustentabilidad.
Volver a una sociedad donde como lo plantea el texto bíblico haya solidaridad, y “cada uno sea el guardián de su hermano” es una exigencia ética, y al mismo tiempo un tema de racionalidad básica. La RSE, y la “empresa ciudadano ejemplar” son parte importante de la solución.
Flo Segura: respecto a las necesidades de formación, no cree UD que antes de crear organismos debería formarse a sus representantes al respecto?
B.K.:Hay que formar a las nuevas generaciones de economistas, administradores, contadores, abogados, ingenieros, etc, futuros empresarios, o lideres de empresas en RSE ya.
En eso el rol central lo deben tener las Universidades. Hemos establecido recientemente la Red Iberoamericana de Universidades por la RSE, la Red Unirse, con la finalidad de impulsar la integración de los estudios en esta área a las Universidades de la región.
La han creado Universidades lideres de América Latina, y España con el apoyo de la Dirección Regional del PNUD, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, y el Fondo España-PNUD “Hacia una desarrollo integrado e inclusivo en América Latina” que se me ha encomendado dirigir.
La Red tiene su punto focal en el Centro Nacional de RSE creado por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA). La respuesta ha sido muy promisoria, se han integrado ya a ella 82 Universidades.
Entre las fundadoras se hallan junto a la UBA la Fundación Carolina, la Fundación Getulio Vargas del Brasil, el Instituto Tecnológico de Monterrey, la Universidad Rey Juan Carlos de España, ESADE de Barcelona, la UNAM de México, y otras instituciones líderes. Ya arranca el primer programa de UNIRSE, el programa de postgrado para la “Formación de formadores “. Preparará a catedráticos de las Universidades en cómo enseñar RSE.
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