lunes, marzo 14, 2011

"La Responsabilidad Social Empresarial debe ser similar a la Declaración Universal de los Derechos Humanos".

uan José Almagro
Director de Comunicaciones y Responsabilidad Social de Mapfre
Entrevista concedida a la publicación ComunicaRSE
Buenos Aires, 8/5/2007
Desde hace ya algunos años, en las sociedades occidentales, las nuevas inquietudes y expectativas de los ciudadanos en el contexto de la mundialización y la globalización han impulsado una preocupación cada vez mayor por los aspectos sociales y medioambientales que provoca la actividad económica.
Los criterios sociales, medioambientales y de respeto por los Derechos Humanos, influyen cada vez mas en las decisiones de inversión de las personas e instituciones, tanto en su calidad de inversores como de consumidores.
La exigencia de la sociedad civil en un mayor rigor en la transparencia de las actividades empresariales propiciada por los medios de comunicación y las modernas tecnologías de la información han generado una corriente de pensamiento a nivel social e institucional, que ha desembocado en lo que ya mundialmente se conoce como Responsabilidad Social Empresarial (RSE) o Responsabilidad Social Corporativa (RSC).

Muchas y variadas han sido las directrices, declaraciones y normativas que desde la Organización de Naciones Unidas (ONU) a través de la Subcomisión para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos o la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y por parte de la Comisión Europea, que han surgido en los últimos tiempos encaminadas a crear una mayor conciencia en el seno de las empresas de la necesidad de profundizar en la responsabilidad social respecto de sus grupos de interés directos (empleados, clientes, accionistas, proveedores…) y de las sociedades donde desarrollan sus actividades, con el fin de promover un mayor impulso en el cumplimiento de los Derechos Humanos en todas sus facetas.

El Consejo Europeo de Lisboa, celebrado en marzo de 2000, declaró como objetivo ”… hacer de la economía europea la mas avanzada del mundo a partir de sistemas que tuvieran en cuenta el desarrollo sostenible y el factor medioambiental como caracteres fundamentales del modelo productivo y haciendo que la cohesión social fuera un componente básico” en contraposición con otros sistemas productivos basados exclusivamente en los costes de producción y sin tener en cuenta las repercusiones sociales que esto puede conllevar.

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