domingo, diciembre 24, 2006

Cómo mejorar la inclusión social

Por Alejandro Preusche Para LA NACION

Un desafío para todos los argentinos, pero en particular para los empresarios, es iniciar un proceso amplio de creación de trabajo productivo y sustentable tendiente a lograr una mayor inclusión social. Mucho se ha dicho acerca de que una de las mayores prioridades que tenemos como nación es mejorar la inclusión social. Gobernantes y dirigentes de todos los órdenes, pero también los ciudadanos "de a pie", todos nos damos cuenta de que cada día se torna más difícil vivir en una sociedad donde hay "unos" y "otros", donde las diferencias son abismales y crecientes, tanto en lo que se posee como en lo que se puede aspirar a ser como individuo y persona. Es cierto que lograr una verdadera inclusión social es el resultado de una serie de acciones mancomunadas desde distintas perspectivas y sectores, dirigidas a los que tienen mayores necesidades. Pero existe una dimensión que sobresale y que tiene un valor enorme en ese progreso hacia una sociedad mejor: el trabajo formal, organizado y competitivo. Porque a diferencia del trabajo informal, del marginal o de subsistencia, el formal es el único que permite el desarrollo de la dignidad y esperanza de la persona. Además, crea riqueza para todos. El problema es serio, cuando se calcula que en nuestro país hay aproximadamente seis millones de personas que trabajan en la informalidad o no trabajan. Corresponde a la sociedad en su conjunto plantearse la responsabilidad de resolver este problema: al sector público, por su papel de aplicar políticas que privilegien el bien común; al privado, por su capacidad de crear empleo y riqueza, y a las entidades del sector social, por su cercanía a los excluidos. Si bien ya existen múltiples iniciativas de generación de empleo para la inclusión social, el desafío que tenemos por delante es hacer que estos esfuerzos se conviertan en sistemáticos y sustentables en el largo plazo. En este sentido, el sector empresarial puede aportar su creatividad, organización, conducción, visión de negocios, talentos, conocimientos y recursos, como contribución efectiva en la creación de nuevas empresas y puestos de trabajo, productivos y sustentables en el tiempo, a la altura de las necesidades y posibilidades de los excluidos, en un trabajo codo a codo con el sector público y con las entidades del tercer sector. Creatividad empresarial Se trata de aplicar la creatividad empresarial para buscar soluciones para uno de los problemas sociales más agudos de nuestro país, manteniendo sus objetivos intrínsecos de aumentar la capacidad productiva del país (en definitiva, de crear riqueza). Esta nueva visión del empresariado acerca de la inclusión social sustentable no solamente contribuiría a una mejora sustancial de la problemática del sector (en particular la de los jóvenes que no tienen perspectivas reales de empleo productivo), sino que permitiría avanzar en un proceso de mayor integración de los distintos sectores de nuestra sociedad en búsqueda de un objetivo de desarrollo inclusivo y de mayor bienestar común para todos. Este desafío exige, en primer lugar, una mirada distinta de los empresarios sobre una realidad que nos interpela, nos exige liderar desde el sector productivo de la sociedad con nuestras mejores capacidades y nos obliga a articular esfuerzos entre todos los sectores involucrados. No tendría sentido intentar enfrentar solos este desafío. Desde ACDE pretendemos dar el puntapié inicial de un largo proceso que podemos recorrer juntos, para contribuir a una Argentina muy distinta en el futuro, en la que haya un lugar para todos y de la que nos podamos enorgullecer. El autor es miembro de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa

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