Está surgiendo una nueva evidencia de movimientos generalizados por parte de las compañías con tendencia a la búsqueda y adopción de prácticas empresariales sostenibles. De acuerdo con la más reciente encuesta de Sostenibilidad Corporativa 2010 de KPMG International, el 62% de 378 empresas grandes y medianas a nivel global cuenta con un programa implantado de sostenibilidad, mientras que el 11% está en vías de desarrollar uno. Por otra parte, el 38% de los encuestados no cuenta con planes para informar sobre su desempeño en cuanto a sostenibilidad.
Entre las razones para la adopción de estos programas figuran la presión por parte de las agencias reguladoras y una creciente preocupación por el posible daño a la marca y reputación. Sin embargo, muchos de los encuestados reportaron un creciente apoyo para la sostenibilidad basado en motivos comerciales y operativos una vez que se comprendieron los beneficios prácticos.
En general, 61% de quienes ya cuentan con programas de sostenibilidad encontró que a pesar de algún incremento en cuanto a inversión, los beneficios claramente superaron con creces los inconvenientes o desventajas. Esto aumentó a 72% entre las compañías muy grandes, con ingresos superiores a $5 mil millones de dólares.
Los beneficios identificados incluyeron importantes reducciones en los costos de energía, mejores relaciones con clientes y proveedores, y uso de recursos más eficiente, especialmente de agua. Algunos han encontrado que el enfocarse en la sostenibilidad ha estimulado la innovación en sus compañías, lo cual ha conducido a nuevas líneas de productos y apertura de nuevos mercados.
Un encuestado cuyo programa de sostenibilidad ya lleva tiempo en operación, reportó una recuperación de $1.50 a $2.00 dólares por cada dólar invertido.
"La demanda y preferencia por los procesos empresariales sostenibles se está convirtiendo en una parte del entorno de los negocios”, manifestó Yvo de Boer, ex Secretario Ejecutivo de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y ahora asesor especial para la Práctica de Sostenibilidad y Cambio Climático de KPMG.
"Es posible que los negocios inicialmente reaccionen ante esto de la misma forma en que van a reaccionar ante cualquier otra señal de su industria. Sin embargo, una vez que empiezan a mirar sus operaciones a través de la lente de la sostenibilidad, la mayoría encuentra que los beneficios comerciales son obvios y tangibles por lo que la agenda de sostenibilidad adquiere vida propia”.
Sin embargo, quedan retos por superar. Una cuestión de importancia entre las compañías que han adoptado prácticas de sostenibilidad es cómo medir la efectividad de éstas y cómo reportar a los grupos de interés el progreso logrado.
“Las firmas de KPMG encuentran que la parte en la que las compañías necesitan asistencia es en la evaluación y estimación de sus programas, comparándolos con los estándares de las industrias emergentes, verificación de la calidad de sus sistemas de información y orientación sobre cómo sacar ventaja comercial de los incentivos ofrecidos por los gobiernos” declaró Jesús González, Socio líder de la Práctica de Desarrollo Sostenible de KPMG en México.
En cuanto a la presentación de informes, el estudio revela que 38% de los encuestados no cuenta con planes para informar sobre su desempeño en cuanto a sostenibilidad. Entre las razones dadas se encuentra la falta de buena información y comparaciones de mejores prácticas, aunado al escepticismo entre los grupos de interés respecto al valor de dichos informes.
“Este escepticismo es algo que necesitamos cambiar proporcionando mejor información”, manifestó González. “Informar sobre la sostenibilidad de la empresa no es simplemente mostrar buena ciudadanía corporativa. Es una ruta que conduce a corporaciones más eficientes y mejor administradas”.
A la pregunta sobre qué medida les gustaría ver que tomaran los gobiernos, dos tercios de los encuestados manifestaron que un sucesor del Protocolo de Kioto es algo muy importante o crítico. La mayoría de quienes están activamente involucrados en el cabildeo con sus gobiernos sobre el Cambio Climático dijo que está presionando para el endurecimiento de la reglamentación, de preferencia internacionalmente.
Esto podría parecer que se opone a la intuición, dado que 46% consideró que un acuerdo climático global contribuiría todavía más a su carga normativa, y 41% dijo que incrementaría sus costos de operación. Sin embargo, para muchas compañías, no es el hecho de la reglamentación lo que representa un problema, es la incertidumbre de no saber qué reglamentación podría aparecer en el futuro.
“Las compañías consideran que vendrán más reglamentaciones sobre el carbono, y preferirían que eso sucediera más pronto que tarde para poder adaptarse y cumplir”, declaró Jesús González. “El mensaje claro de las empresas para los gobiernos y los funcionarios en la COP16 es “Dennos un marco normativo sólido para el desarrollo de negocios sostenibles y lo cumpliremos” finalizó González.
La encuesta fue encargada por KPMG International a la Unidad de Inteligencia de Negocios del Grupo The Economist (Economist Intelligence Unit o EIU) en los meses de septiembre y octubre de 2010. Se entrevistaron a 378 compañías grandes y medianas a nivel global de 61 países.
Fuente: ComunicaRSE Dic
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