lunes, mayo 09, 2011

La gestión de personas en las organizaciones del Tercer Sector de Acción Social (TSAS)

El TSAS representa un 2,7% del mercado de trabajo nacional

· La gestión de Recursos Humanos tiene un valor estratégico en el TSAS, donde las actividades y servicios que se prestan vienen de la mano de personas que luchan por la integración socio-laboral de las personas.



· Las necesidades crecientes contrastan con la capacidad de contratación limitada del sector



Madrid, 9 Mayo 2011.- Las organizaciones del TSAS dan empleo de manera remunerada a 529.029 personas[1], lo que representa un 2,7% del mercado laboral nacional. El 75,5% de estas entidades cuentan con personas remuneradas para la realización de sus actividades, según datos del Anuario del Tercer Sector de la Acción Social (TSAS) en España, elaborado por la Fundación Luis Vives, en colaboración con Obra Social Caja Madrid y el Fondo Social Europeo. El volumen de contratación de personal remunerado se encuentra relacionado con el tamaño de la entidad. De esta forma, las entidades de tamaño pequeño funcionan con menos de 10 personas remuneradas, las de tamaño medio cuentan con entre 10 y 50 asalariados y las entidades grandes (14,1% del total) disponen de más de 50 trabajadores. Las más grandes en cuanto al número de empleados remunerados resultan ser las de Acción Social e Integración.



El TSAS, un sector muy feminizado

El perfil de los trabajadores del sector lo constituyen mujeres jóvenes con educación superior, que colaboran con la entidad desde hace más de dos años y que trabajan a tiempo completo con un contrato indefinido. La proporción de mujeres entre las personas remuneradas es del 73,9%, frente al 26,1% de los hombres. Sin embargo, en los Órganos de Gobierno, en las esferas más altas de la administración y la gestión, las mujeres continúan siendo una minoría (un 35,1%), si bien en las asociaciones seis de cada diez socios son mujeres.



Casi siete de cada diez trabajadores del sector cuentan con estudios universitarios

El TSAS presenta una proporción mayor de trabajadores titulados universitarios con respecto al total de ocupados españoles en el resto de sectores. Es en las entidades dedicadas a la integración y a actuaciones socio-sanitarias donde se encuentran mayores proporciones de trabajadores con niveles de estudios más bajos.

Por otra parte, en el TSAS el grupo de edad de los menores de 26 años es más extenso que para el conjunto nacional –si bien el trabajador del TSAS se encuentra entre los 25 y los 54 años-, ya que es un importante medio de incorporación al primer empleo.



Las personas voluntarias

Seis de cada diez personas colaboradoras del TSAS son voluntarias, cifra que sostiene que el voluntariado se constituya como una parte fundamental de los Recursos Humanos del sector, cuyo apoyo desinteresado sustenta muchas veces la estructura organizacional y funcional de las entidades. Se trata de mujeres (63,1%) jóvenes (el 44,7% es menor de 35 años) que dedican a la entidad menos de 5 horas semanales. Las principales ocupaciones del personal voluntario son las de apoyo, atención directa a las personas beneficiarias y la sensibilización. La evolución del número de personas voluntarias en el TSAS, que ha aumentado en un 45,8% en casi la mitad de las entidades, en los últimos tres años refleja una clara tendencia al crecimiento del voluntariado en los próximos años. La captación de personas voluntarias se realiza principalmente a través de charlas y conferencias de sensibilización o a pie de calle.



Retos de futuro

Aunque el planteamiento estratégico y el posicionamiento en el sector, así como la estabilidad y la autonomía financiera, se constituyen como los principales retos para el futuro de estas organizaciones, los temas relacionados con la formación y las personas ganan peso. En este sentido, se concreta una creciente necesidad de incrementar la participación del voluntariado, de ampliar el número de socios y de consolidación de las personas contratadas en la entidad, que conlleva una mayor participación de las personas implicadas en la entidad y la formación de los profesionales que trabajan en el sector. A ello se suman reivindicaciones futuras como la elaboración de convenios específicos del sector y una mejora salarial de los profesionales.

Cada vez son más las organizaciones del TSAS que cambian el modelo de trabajo tradicional y orientan el interés hacia la persona, conscientes de que estas se alzan como el elemento diferenciador.

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